Work in Progress (2013) es un proyecto sobre la representación del trabajo. Se sumerge en la industria del caucho de Lea-Artibai, la comarca de donde proviene la familia de Jaio en el País Vasco. El vídeo recoge la producción en masa de piezas de caucho para coches, desde la línea de producción en una cooperativa de trabajadores a talleres subcontratados donde grupos de mujeres en condiciones precarias realizan los acabados a mano. Un grupo de estas trabajadoras son contratadas por los artistas para reproducir cientos de pequeñas esculturas modernistas. Las piezas resultantes producidas en masa se muestran en estanterías de forma que evocan al “Laboratorio de Tizas” del escultor vasco Jorge Oteiza.
Work in Progress ha sido producido con la ayuda del programa Eremuak del Gobierno Vasco, y la ayuda para producción del Centrum Beeldende Kunst Rotterdam.
Leyenda: En 1971, se fundó una fábrica de caucho en la comarca de Lea Artibai, País Vasco. Actualmente la empresa tiene clientes como Volvo, Volkswagen y Audi. Forma parte de la Corporación Mondragon, una de las cooperativas más grandes del mundo y un referente importante de autogestión de trabajadores. En los 80, para incrementar su producción y responder a las presiones del mercado, los trabajadores–propietarios decidieron colectivamente abrir fábricas en países como Rumanía, Méjico, India y China, y subcontratar talleres con personal fuera del sistema de cooperativas.
Leyenda: La comarca rural de Lea-Artibai en el País Vasco esconde una elaborada economía informal basada en recortar manualmente los excesos de goma de piezas provenientes de moldes industriales. Este trabajo lo desempeña una mano de obra constituida principalmente por mujeres e inmigrantes indocumentados. Como en tiempos preindustriales, se juntan en espacios domésticos como cocinas, lonjas o soportales, pero a diferencia de hilar o arreglar las redes para pescar, manipulan formas industriales abstractas sin ningún valor de uso directo para ellas.
Leyenda: Jorge Oteiza (1908–2003) es un escultor conocido por ser uno de los principales teóricos del arte moderno vasco. En 1960, escribió “El final del arte contemporáneo” anunciando su abandono de la escultura. Sin embargo, entre 1972–1974 prosigue su labor con el “Laboratorio de Tizas”, una serie de piezas de pequeño formato realizadas a partir de tizas. Oteiza las consideró experimentos lingüísticos que formaban parte de un repertorio potencialmente ilimitado de variaciones, y no tenía ninguna ambición de reproducirlas fuera del estudio. Por la vulnerabilidad de sus materiales, hoy en día las piezas se mantienen en un almacén climatizado especial en el Museo Oteiza de Navarra, y no pueden ser prestadas para su exposición fuera de la institución.
El trabajo ha sido expuesto en FRAC Aquitaine de Burdeos, en una exposición comisariada por Alexander Baurès, en 2013, y en Platform ADN, Barcelona, comisariada por Latitudes, en 2014.