La piedra porosa

Eremuak ha encargado a Iratxe escribir un ensayo que formará parte de la serie de cuadernos de artistas. En el texto, titulado “La piedra porosa”, reflexiona sobre la agencia del objeto en relación a nuestra práctica artística, tomando como punto de partida un proyecto en el que reproducimos un memorial de piedra dedicado a tres soldados nazis muertos en la Guerra Civil.

El cuaderno se presentará en Bilbao el 17 de octubre del 2019, durante el seminario “Naturaleza/s” de eremuak en el Centro Azkuna de Bilbao.

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A continuación un fragmento de la introducción:

Un coche ralentiza su marcha y para a nuestro lado. Aún debemos esperar unos segundos, un tanto incómodos, hasta que la ventanilla acaba de bajar del todo. El conductor se inclina con esfuerzo sobre la copiloto para poder vernos bien y lanza al fin: “Kaixo, ¿qué estáis haciendo?”. La pregunta no es hostil, parece más bien producida por una genuina curiosidad. Aunque las sonrisas con la que los dos ocupantes del vehículo  se dirigen a nosotros manifiestan esa seguridad del jugador de mus preparándose para apostar con una buena baza. Pronto nos dirán que son los dueños del terreno donde estamos manipulando el objeto que nos interesa.

En el momento en que para el coche, tenemos al objeto completamente cubierto con una pegajosa masa verde. Es la razón por la que han parado, claro. ¿Por qué estamos en su terreno? ¿Qué es esa masa verde? Se trata de una operación que forma parte de un trabajo que estoy llevando a cabo junto con Klaas van Gorkum, mi pareja artística. Si todo va bien, cuando se seque la masa, podremos despegarla del objeto original y tendremos un molde de silicona con la que fabricar una réplica exacta.


Los ocupantes del coche llevan tiempo queriendo deshacerse del objeto. Tantean nuestra posición: ¿Cuál es la razón por la que querríamos hacer una copia de algo que repudian tanto? ¿Acaso les culpamos de haberlo abandonado y de dejar que se deteriorara? Nuestras explicaciones parecen complacerles y comienzan a contarnos todo tipo de anécdotas.


Se trata de un monolito, parte de los restos de un monumento dedicado a tres soldados alemanes en Urbina (Álava) que los vecinos conocen como “Alemanen kanposantue”, el cementerio de los alemanes. Construido hace alrededor de ochenta años, durante o poco después de la Guerra Civil, debió de presidir un pequeño jardín de unos diez metros cuadrados delimitado por un murete. 


Ahora ya no queda más que este bloque de piedra, y su función original como memorial a duras penas se puede identificar. Hasta hace unos meses se podían leer grabados en la superficie frontal los nombres de los soldados. Pero alguien ha picado las letras. Lo que se ve ahora es una curiosa amalgama de rayajos de tono claro, producidos por la fricción de un cincel en la piedra caliza, sobre un fondo rojizo de los restos de una pintada.


Nos interesa cómo la piedra absorbe lo que ha pasado en su entorno desde que se colocó aquí hasta que un día desaparezca. Como si su superficie, aparentemente abstracta, fuese un registro exacto de los acontecimientos en los que ha estado presente.


En este texto recurriré a este objeto una y otra vez. Voy a diseccionar las diferentes capas que la historia más reciente de su entorno ha depositado en su superficie, y sobre todo, voy a utilizarlo como ancla para colocar algunas de las coordenadas teóricas de nuestra práctica como artistas. El monolito será entonces el objeto de mi estudio. Pero lo voy a abordar sin la rigurosidad científica a la que estaría sujeto, por ejemplo, un arqueólogo. No será fiable en términos históricos ya que me interesa más lo verosímil que la realidad. Lo que quiero es que este texto sea visto como parte de un ejercicio performativo para apropiarme del objeto.


Lo escribo durante el proceso de producción del trabajo que tenemos en marcha. Por eso, el texto no puede funcionar como una descripción de algo ya finalizado, pero tampoco como una declaración de intenciones anterior a la formalización de una idea. Se sitúa entonces a mitad de camino en el traslado del objeto a mi terreno: el del arte contemporáneo.