Una instalación con piezas de porcelana manufacturadas a partir de moldes que recuperamos de una fábrica abandonada cerca de Donostia-San Sebastián. Producido con la ayuda de Tabakalera para la exposicion "The Agency of Living Organisms" comisariada por Pauline Doutreluignge (21/10/2016 – 5/2/2017).
El proyecto es un caso de estudio, el tercero de nuestra investigación artística sobre la fábrica como un lugar paradigmático del siglo XX. Tal y como hicimos con "Produciendo tiempo entre otras cosas" y "Work in progress", abordamos la fábrica con un método de investigación análogo a la arqueología experimental. Es decir, no solo nos interesa estudiar los restos históricos y artefactos olvidados en sí, sino tambien reconstruir los procesos efímeros de los que una vez formaron parte.
La fábrica se construyó en 1933 y pertenecía a una familia que regresó a su pueblo natal tras hacer fortuna en Argentina. Durante la dictadura de Franco fue expropiada por razones políticas y se declaró insolvente en los años 70, tras lo cual cerró para siempre.
Una vez trasladados los moldes al Museo de Alfarería Vasca, los limpiamos y reutilizamos para fabricar piezas de porcelana. Con el asesoramiento de Blanka Gómez de Segura, directora del museo y alfarera experimentada, cocimos la porcelana en el horno. Produjimos más de 200 artículos: seis conjuntos de porcelana, cada uno compuesto por alrededor de 30 réplicas diferentes de la mercancía original que se fabricaba antiguamente.
El resultado es totalmente dependiente de lo que pudimos excavar de las ruinas de la fábrica. No sólo representa una instantánea del catálogo de productos que se fabricaban en el momento en que se declaró en quiebra, sino que también revela cómo la naturaleza ha contaminado los diseños originales con su propio vocabulario estético, a medida que los procesos ecológicos y ambientales fueron adueñándose del lugar tras su abandono. Las raíces han penetrado en los moldes y el agua de lluvia ha erosionado sus paredes, remodelando el vacío que contienen. De este modo, la colección de objetos de porcelana resultantes podrían considerarse artefactos híbridos, modelados mediante la intersección entre historias humanas y ciclos naturales de crecimiento y decadencia.