Movido por una empatía y curiosidad extrema, un misterioso niño sube a los tejados de la ciudad portuaria de Rotterdam. Desde allí observa sus calles y escucha los pensamientos de los ciudadanos en los meses enrarecidos por la pandemia. Inspirada en “El cielo cae sobre Berlin” (1987) de Wim Wenders, la película es fruto de la colaboración entre Iratxe Jaio y su hijo de 11 años durante el confinamiento con la intención de registrar este momento histórico a través de la ficción.