Durante las elecciones municipales de Rótterdam en el 2010, seis vallas, ubicadas en el espacio público y destinadas a la publicidad electoral, fueron reemplazadas clandestinamente por unas nuevas, para más tarde ser instaladas en una exposición sobre la relación entre el arte y la política.Mientras, se mostraban documentos sobre la pugna territorial y pictórica entablada por los partidos políticos rivales para despegar sus carteles y lograr mayor proyección.